La cuenta 206 del Plan General de Contabilidad es Aplicaciones informáticas.
20. INMOVILIZACIONES INTANGIBLES
200. Investigación
201. Desarrollo
202. Concesiones administrativas
203. Propiedad industrial
204. Fondo de comercio
205. Derechos de traspaso
206. Aplicaciones informáticas
209. Anticipos para inmovilizaciones intangibles
Cuenta 206 Aplicaciones informáticas
Importe satisfecho por la propiedad o por el derecho al uso de programas informáticos tanto adquiridos a terceros como elaborados por la propia empresa. También incluye
los gastos de desarrollo de las páginas web, siempre que su utilización esté prevista durante varios ejercicios.
¿Cómo se contabiliza la cuenta 206?
a) Se cargará:
a1) Por la adquisición a otras empresas, con abono, generalmente, a cuentas del subgrupo 57.
a2) Por la elaboración propia, con abono a la cuenta 730 y, en su caso, a la cuenta 201.
b) Se abonará por las enajenaciones y en general por su baja del activo, con car go, generalmente, a cuentas del subgrupo 57 y en caso de pérdidas a la cuenta 670.
De qué trata la Cuenta 206 Aplicaciones informáticas
La cuenta contable 206 «Aplicaciones informáticas» es parte del grupo 2 del Plan General de Contabilidad (PGC) de España, que engloba el inmovilizado intangible. Esta cuenta se utiliza para registrar el coste de adquisición o desarrollo de programas de software o aplicaciones informáticas que la empresa utiliza en su actividad y que tienen una vida útil superior a un año. Estos programas pueden ser comprados a terceros o desarrollados internamente.
El software ha adquirido un rol crucial en la operativa empresarial, ya que muchas empresas dependen de aplicaciones informáticas para la gestión de recursos, finanzas, logística, ventas, y otros aspectos críticos de su funcionamiento. Los costos relacionados con la compra o desarrollo de estas aplicaciones se consideran un activo intangible, ya que, aunque no son tangibles, aportan valor a la empresa y generan beneficios futuros.
Desde el punto de vista contable, la cuenta 206 se carga con el importe pagado por la compra de licencias de software o por los costes de desarrollo, incluyendo su instalación y puesta en funcionamiento. Esto también incluye las mejoras significativas que se realicen en las aplicaciones informáticas que incrementen su capacidad o eficiencia.